miércoles, 28 de enero de 2009

Refugio.

Hoy me he vuelto a escapar. He ido a ese lugar donde hace tres años me refugiaba cuando me era insoportable estar encerrada en mi casa, con las paredes amenazándome, pero me era aún más imposible salir con gente a mi lado.

He vuelto a experimentar ese odio irracional hacia todas las personas. He querido que el viento me golpease la cara y se llevara las tristezas que siento sin necesidad. He querido mirar a los niños, obsarvando nuestro futuro, observando sus sonrisas, juzgando si serán buenos médicos, buenos maestros, buenas personas. Me he sentado sola a ver la fuente que hoy estaba vacía y apagada. Sin duda, es más bonito en verano.
No me hacía falta nada más que yo, mi música, un libro y el frío de la soledad que me devuelve el calor. Y ni si quiera me he dado cuenta de que ha empezado a llover sobre mí hasta que no ha sido demasiado tarde para cerrar el libro y proteger sus palabras del agua, así que lo he dejado abierto y he seguido sumergiéndome en los sentimientos de otros que ni si quiera son reales. Y me he preguntado si alguna vez volveré a sentir... como aquel verano. Como hace dos primaveras. Me pregunto si aparecerá un Tú que le dé sentido a todo esto que albergo y ahora no entiendo, porque al no tener destinatario se pierde y se difumina, haciendo que pierda su claridad.

He estado a punto de llorar. Entonces he cerrado el libro, me he levantado y he vuelto a casa.

No, no estamos en ese verano. Y jamás volveré allí, porque ese verano me hizo más daño que ningún otro momento en mi vida, porque algo murió conmigo entonces... murió mi inocencia, murió mi optimismo ciego que dio paso a un optimismo más realista, a la simplicidad de mi pensamiento que a veces se ve tan complicado: no tienes lo que no tienes, no hagas planes que no sabes si podrás cumplir. No hagas planes que se alejen más de unos pocos meses... porque la certeza no existe.

Pero hoy no tenía nada ni nadie de lo que quejarme en soledad. Simplemente... me apetecía estar sola, aunque jamás pensé que me pudiera llegar a afectar tanto.

No hay comentarios: