Un poema adolescente, con un final sorprendente.
Y ahora lo entiendo.
Muchas gracias, muchas muchísimas. Por estar para decirme lo que piensas, y no tratarme como a una niña. Por reir conmigo, darme consejos, y llorar ante mí. Por ser parte de esta pequeña familia y por, mucho más importante, poder ser llamada amiga.
sábado, 27 de junio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Hola Patri...
Publicar un comentario