lunes, 27 de abril de 2009

El Equilibrio es imposible.

Para lo que estés haciendo. Dale al play. Lee e imagina por un momento esta situación:



Le acababan de echar del curro de sus sueños. La novia a la que tanto quería había decidido que no seguiría con él por ser un fracasado. Su pez se había muerto. Y su mejor amigo estaba en la otra punta del planeta, sin poder ir a socorrerle.
Se paró en medio d ela avenida que cruzaba y miró a su alrededor. A dos metros de él, un hombre con un traje italiano y zapatos elegantes pasaba hablando por el móvil de última generación, riendo. En la acera de enfrente, el vagabundo Tomás, con el que había hablado algunas veces de camino a casa. Y él en medio. Pensó que el mundo era una mierda, que algunos se creían mejores por haber tenido más suerte, que todo estaba descompensado. Se estaba viendo a sí mismo como una persona relegada del mundo, enuna esquina del planeta. Pensó que si La Tierra fuera totalmente esférica podría ser él el centro, él y todos. todos iguales. Pensó que si tenía esa forma achatada era porque alguien, en un pasado muy anterior, había sido más ambicioso que el resto y se había puesto a saltar para pder desplazarse luego y ser él, y no otro, el que estuviera en todo el medio.

Y ahí, parado en medio de la calle, vio la solución: empezó a saltar también, dando fuertes golpes con las plantas de los pies en el suelo. Un salto. Otro más. Y otro. Otro. Otro. Otro. Otro. Otro. Otro. Otro. Otro... Hasta que cayó rendido en el suelo, con la lengua fuera y en estado catatónico, mirando el cielo que se pintaba de un luminoso azul marino a esas horas de la tarde.
Una sonrisa se dibujó en la cara. Era un gilipollas. Cerró los ojos con fuerza. Empezó a reir y ya no pudo parar. Tirado en el suelo, riendo sin razón, después de haber intentado solucionar la falta de equilibrio del mundo. Tomás se acercó a él, le tendió una mano, preocupado por su amigo, y al contacto con ese cuerpo contagiado de risa, él también estalló en una carcajada. La gente se apartaba de su lado cuando pasaban. Pero si, por accidente, tocaban a alguno de los dos, empezaba a reir también, parándose sin ser capaz de recordar adónde iba.
Dos horas después, eran 15 personas las que estaban paradas sin poder parar. Olvidando sus preocupaciones por un instante. Sin agobios. Sólo risas que se fueron extinguiendo lentamente.

Aquella noche, el chico llegó a su casa con una sonrisa de oreja a oreja. Su vida estaba patas arriba y no sabía cómo colocarla al derecho d enuevo. Pero por 2 horas y cuarenta y cinco minutos, el equilibrio había estado presente. todo había sido maravilloso. ahora sabía que no tenía que lamentarse, si no que se esforzaría en luchar por ponerlo todo como debía estar.

2 comentarios:

Valerian dijo...

Sección de pequeñas faltas de ortografía. Hay dos partes en el texto donde se te ha pasado el espacio "en medio d ela avenida" al principio y "al derecho d enuevo." casi al final.

Al margen de eso... psé. El equilibrio es algo que nos inventamos. No algo inherente al universo. El universo funcionará, en todo caso con su equilibrio, incomprensible e inalcanzable para nosotros, que tenemos que conformarnos con otras cosas a nuestra escala.

Habia un relato al respecto, como metáfora de la vida. En él, un hombre se ha perdido en medio de una jungla con tan mala suerte de encontrarse con un tigre. Huye (hey, es un relato, suponemos que unos metros es capaz de correr lo suficiente como para que no le coja) hasta encontrarse con un barranco, por donde se va cayendo, rodando, y rodando termina en una pequeño saliente, donde milagrosamente se agarra se sostiene, antes de que el barranco prosiga hacia un sitio muy abajo (donde también hay otro tigre que huele carne fresca). Sin embargo, este chico se fija que en el saliente hay un pequeño arbustillo. Ese arbustillo tiene unas bayas, las prueba y hey, están muy buenas. Pues la moraleja es que la vida es eso. Entre un tigre (el de arriba) y otro (el de abajo del barranco) tomando alguna bayita transcurre la vida.

Un saludo y un beso ^^

Arlekín Negro dijo...

Ojalá la risa fuera así de contagiosa hoy en día, a mucha gente, probablemente yo incluído, le vendría muy bien.

Me gusta que el mundo no esté equilibrado, le da un mejor regusto.

Escribes muy bien, un saludo.