miércoles, 7 de mayo de 2008

Para ti.

Sé que cuando leas esto sabrás que es para ti, porque no sé... últimamente siento que no puedo decírselo a otra persona.
Tengo cientos de cosas que agradecerte porque has aguantado muchas de mis tonterías, alguna borrachera, y todas mis risas. Joder, que desde que empezamos a hablar esto ha ido creciendo... y siento que no ha caído en ningún momento.
Me paro a pensar, me encanta pararme a pensar, y recuerdo miles de cosas, chiquititas, muy chiquititas todas ellas, que me han hecho feliz estando a tu lado, en mis altibajos y en mis altialtos. Que si nos reímos y no podemos seguir andando, pues nos sentamos, que para algo se hicieron los bordillos. Nunca me ha dolido tanto la tripa de reírme... ¿recuerdas el motivo? Yo tampoco, sólo recuerdo tu risa, y la mía, las dos juntas.
Que si hago algo mal, me lo dices, y no te enfadas, te defraudas. Y yo muero, como la primera vez que me lo dijiste: ni tiritas ni pollas, directamente sin un poquito de azúcar ni nada. Y no sabes cómo te agradecí aquello.
Que desde hace mucho tiempo no soy capaz de no decirte nada. Que si se me pasa una tontería por esta cabeza en la que guardo un huracán, pues te lo suelto. Y con eso nos reímos, o lloramos, pero juntas, ¿eh?.
Qué de veces hemos dicho "vamos a hacer fotografías" y qué de veces hemos terminando haciendo cualquier gilipollez que nada tenía que ver con la fotografía. Y cuántas veces hemos dicho: ¡vamos a beber un rato! y hemos terminado con 60 ó 70 fotos de una sola vez... con idas de olla de las nuestras. (Huevitooooooooooooo)
Que si te digo que me apetece un donut, pues me acompañas hasta el final del mundo a por uno (o hasta Callao, que viene a ser lo mismo) Y terminamos tiradas en un césped, cotilleando, y diciendo lo mala que es la gente.

¿Recuerdas? Hace algún tiempo te dije: eres mi abrazo. Y no se lo he vuelto a decir a nadie más. Porque no podría tener otro abrazo que no fueras tú, porque los abrazos.... los abrazos son lo más verdadero que hay en este puto y miserable mundo.

Te debo muchas cosas... pero lo único que me reclamas una y otra vez es esa tarde junto a ti bajo la lluvia. Y te la daré, como te di el póster de Kill Bill al fin... sólo tienes que esperar.

Y prepárate, porque el viernes 16 es nuestro. Y no me hace falta nada más que tú y nuestros banquitos en Calesas. Oye, que si lo unimos a un par de calimochos en mano... eso será el paraíso. Que nos tendrán envidia hasta los perros que por allí pasen, porque van a oír nuestras risas y van a lamentar no ser humanos para poder imitarnos.

Y que, coño, la que he liado, con lo sencillo que es decir: TeQuiero.


[Quería hacerlo por el Fotolog, con una foto nuestra, pero... no me deja, así que por aquí]

No hay comentarios: